El crecimiento personal es evolucionar constantemente; se trata de aprender más sobre ti mismo y descubrir todas las capacidades y habilidades que posees. Cada proceso de crecimiento personal es unico y tiene su propio ritmo.No necesitas apresurarte para validar lo que estás viviendo. Cada etapa tiene un propósito, incluso cuando aún no lo entiendes del todo.
Tu proceso tiene su ritmo. Tiene pausas, retrocesos, dudas; pero también descubres aspectos sobre ti, y obtienes momentos de claridad. No siempre necesitas estar haciendo para estar creciendo. Hay momentos en los que detenerte, soltar la urgencia y simplemente estar contigo es lo mejor que puedes hacer por ti. La pausa también es parte del camino.
El ritmo de los demas no define tu proceso de crecimiento personal. Enfócate en seguir caminando a tu modo, con fidelidad a lo que tú necesitas y a quien eres. Seguir ese camino es el que te llevará a donde verdaderamente perteneces.
Crecer y evolucionar tambien significa dejar atras los aspectos que ya no resuenan contigo o con lo que deseas alcanzar. Dejar ir es parte de crecer. A veces el crecimiento está acompañado de confusión, resistencia o cansancio. No obstante, esto no significa que estás fallando, significa que estás evolucionando.
Cuando eliges tratarte con más respeto, cuando decides volver a intentarlo o escucharte con honestidad, estás cultivando una versión de ti más consciente. Tu crecimiento ocurre cada vez que eliges desde el amor y no desde el miedo.
Te comparto tres ejercicios que puedes practicar para cultivar tu crecimiento personal...
Colócate la pulsera, pon una mano en tu pecho y repite:
“Confío en mi proceso de crecer y transformarme".
Hazlo cada vez que te sientas impaciente con tu proceso de crecimiento personal.
Escribe una lista de cosas que antes te costaban y que hoy haces con más naturalidad. Te sorprenderá cuánto has avanzado sin notarlo.
Escribe una carta desde tu versión futura, esa que ya ha atravesado lo que hoy estás viviendo, hablándole con cariño a tu “yo” de ahora. Dile lo que ha aprendido, lo que ha soltado y cómo todo lo que hoy parece confuso tiene sentido desde la perspectiva del tiempo. Puedes releerla cada vez que necesites volver a confiar en tu camino.
Estás creciendo a tu manera, y en tu tiempo. Confía en tu proceso, sabes el camino. La pulsera emocional de crecimiento personal es un recordatorio constante de que cada paso forma parte de tu evolución.
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