Bienestar emocional: darte permiso para sentir, soltar y sanar.

La importancia de hacer pausas, brindarte el espacio de sentir tus emociones y priorizar lo que te da calma. 

Vivimos en una cultura que glorifica la productividad constante, incluso a costa de nuestro mundo emocional. Recuerda que está bien hacer pausas, sentir profundamente y priorizar lo que te da calma. Tu bienestar no es egoísmo, es autocuidado.

A veces olvidamos que el bienestar no siempre se ve como alegría o éxito. A veces se ve como descanso, como un “no puedo hoy”, como lágrimas necesarias o un “hoy me cuido yo primero”.

Darte permiso para sentir es darte permiso para sanar.

1. Tu bienestar no es un lujo, es una necesidad.

No necesitas  “ganarte” el descanso ni justificar tu necesidad de espacio emocional. Tu cuerpo y mente necesitan pausas, al igual que tus emociones.

2. Cuidar tu salud emocional es una decisión diaria. 

Cuidar y priorizar tu bienestar emocional es una decisión que tomas todos los días. Cada vez que te escuchas con empatía, estas cultivando tu bienestar emocional.

3. Tu paz no debe depender del exterior. 

Cuando condicionas tu bienestar a lo que los otros dicen, hacen o esperan u otros aspectos externos, pierdes el control de tu equilibrio. El verdadero bienestar emocional se construye cuando eliges priorizarte, incluso cuando tu entorno no lo hace. 

4. La calma es una práctica diaria, no un destino.

La paz no es algo que se alcanza “cuando todo esté bien”, sino algo que eliges construir todos los días, incluso en medio del caos. Cuidar de ti es parte del proceso.

5. Prioriza tu bienestar antes de las necesidades de otros. 

Cuando tú estás bien, puedes dar desde la abundancia y no desde el agotamiento. Cuidarte no solo te beneficia a ti: es un acto generoso hacia el mundo que te rodea.

Ejercicios de autoreflexión: Cultivando tu bienestar emocional

Te comparto tres ejercicios que puedes practicar para cultivar tu bienestar emocional...

1. Afirmación con anclaje

Colócate la pulsera, pon una mano en tu pecho y repite:

"Me doy permiso para sentir, soltar y sanar".

Hazlo cuando te sientas desconectado de ti y tus emociones. 

2. ¿Qué necesito hoy emocionalmente?

Responde sin juzgar. ¿Espacio? ¿Compasión? ¿Alguien que escuche? ¿Decir que no? Permítete nombrarlo.

3. ¿Cómo puedo cuidarme con amor esta semana?

Haz una lista de gestos que alimentan tu bienestar emocional: caminar solo, música suave, escribir, decir que no, dormir más, apagar el celular…

Tu bienestar emocional no es negociable, es la base sobre la que se construye todo lo demás. La pulsera emocional de bienestar emocional es un recordatorio  constante de que mereces darte el permiso para sentir, soltar y sanar. 

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