El ámbito laboral es un espacio diversificado compuesto por una serie de individuos que trabajan en común para alcanzar el progreso de la organización o lugar en el que trabajan. Es usual que, la diversidad organizacional, en combinación con otros factores, generen conflictos entre los empleados; afectando así el clima organizacional, el desempeño de los individuos y por tanto, obtener el máximo potencial como equipo de trabajo y como organización.
Los conflictos en las relaciones laborales afectan los niveles de satisfacción de los empleados con el clima organizacional; es decir, con las percepciones que comparten acerca de las realidades y experiencias vividas en el trabajo. Esto a su vez, puede representar un factor de riesgo para el bienestar del empleado, llevándolo a desatar estrés, ansiedad u otros aspectos amenazantes para su salud física y salud mental.
Es importante que las organizaciones y empresas posean conocimiento sobre los protocolos y manejos adecuados que se deben llevar a cabo en caso de que el ambiente laboral se transforme en uno conflictivo y perjudicial para el bienestar de los empleados.
Por definición, un conflicto laboral representa una situación problemática o una dificultad que figura un obstáculo para lograr los objetivos establecidos, y que puede promover futuras confrontaciones entre los equipos de trabajo. Las fuentes de los conflictos en las relaciones laborales son variadas, aunque en la mayoría de los casos, la fuente principal es la diferencia en las perspectivas de los individuos, en los intereses que poseen y en los valores propios.
Fuentes de conflictos en las relaciones laborales:
Otros factores que se relacionan al surgimiento de conflictos en las relaciones laborales o que asimismo, produzcan climas defensivos entre los equipos de trabajo son:
Los juicios que poseen sobre los otros compañeros de trabajo.
Conductas que procuran poseer el control de las situaciones o imponer puntos de vista.
Conductas que muestren desinterés en las situaciones o demás empleados.
Poca o falta de cohesividad en los equipos de trabajo.
Altos niveles de competitividad entre los compañeros de trabajo.
Falta de habilidades de comunicación efectivas.
Percepción de tratos injustos o desiguales.
Un manejo inadecuado en situaciones conflictivas en las relaciones laborales puede resultar desfavorable para todos los agentes involucrados. Sin embargo, manejar un conflicto de forma eficiente y con las habilidades necesarias, representa una oportunidad de mejoramiento para los equipos de trabajo y las funciones de estos.
Se debe tener en cuenta que al manejar los conflictos en el ámbito laboral, resulta esencial vislumbrar alternativas que permitan el mejor beneficio para las partes envueltas; evitando consumir una cantidad de tiempo o recursos incensarios, así como de engrandecer la problemática preexistente.
Examine la situación y establezca metas: Resulta transcendental que antes de tomar acción para manejar algún conflicto laboral, se visualice la situación desde todos los puntos de vista concernientes en el conflicto. Además, las metas o cambios que se desean alcanzar deben estar totalmente definidos para que se logren plantear de forma precisa y evitando malentendidos.
Elija el canal correcto: A través del dialogo se resuelven muchas problemáticas en las relaciones laborales, pero cuando las habilidades de comunicación no son suficientemente eficaces; enfrentar a las partes involucradas frente a frente no siempre es el canal más apropiado para lograr cambios conductuales. Existen otros métodos a los que se puede recurrir tales como; intervenciones de partes ajenas al conflicto, a través de documentos u otros departamentos de la misma organización.
Establezca el tiempo y escenario adecuado: Evite tratar de manejar el conflicto cuando los individuos no tengan el tiempo suficiente para atender la situación de la forma apropiada, y así evitar que no se abarquen todos los puntos previamente establecidos. Si las partes involucradas luego del conflicto asumen emociones exaltadas, permita que calmen sus emociones y puedan visualizar la situación de forma más objetiva, o elija otro método para lidiar con la situación conflictiva. El escenario debe ser propio según el tema a discutir y personas involucradas.
Permanezca en el tiempo presente: Se debe enfocar la atención en el conflicto que se quiere solucionar y no redundar en eventos pasados, al menos que estos sean específicos y los causantes del conflicto.
Mantenga la objetividad: Evite aportar información que no guarde relación con la situación; las emociones no deben tomar el control de los argumentos, y estos deben estar dirigidos al conflicto y no en forma de ofensivas personales. Debata sobre los hechos.
Escuche para comprender y no para responder: Evite centrarse exclusivamente en los propios juicios, asuma la disposición de entender la perspectiva de los demás individuos para lograr establecer acuerdos recíprocos.
Después de manejar el conflicto….
Dese tiempo de descanso: Resulta esencial el dejar que los pensamientos y emociones se calmen luego de manejar un conflicto laboral. Evite llevar preocupaciones laborales a su hogar. Distraiga su mente ejerciendo actividades de su disfrute.
Reflexione sobre lo sucedido y aprenda de ello: Reflexionar funciona para situar en contexto lo sucedido, analizarla desde otra perspectiva y para aprender a desarrollar habilidades eficaces para el manejo de conflictos en futuras ocasiones.
Otros puntos esenciales a tener en consideración:
Cuando el conflicto se ha desatado como consecuencia de debidas conductas específicas de los compañeros de trabajo, es importante que antes de decidir manejar la situación conflictiva asegurarse de si otros empleados se han sentido de forma parecida. Asimismo, resulta vital el preparar una lista con las conductas específicas que se perciben como perjudícales; esto evitará las generalizaciones que conducen a más malentendidos. También, se recomienda tener sugerencias positivas que tengan la intención de alcanzar los cambios deseados.
A modo de conclusión…
Los conflictos en las relaciones labores son inevitables; sin embargo, es posible prevenirlos a través de la fomentación de climas organizacionales sanos y la creación de sistemas de gestión de conflictos integrales que proporcionen las condiciones adecuadas para alentar a los individuos que componen una organización a manejar las disputas de forma colaborativa a través del dialogo. Mantener un enfoque colaborativo para el manejo de conflictos laborales posibilita establecer relaciones laborales sanas.
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Donovan, P. & Oumarou, M. (2013). Sistemas de resolución de conflictos laborales. Organización Internacional del Trabajo. https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_dialogue/--- dialogue/documents/publication/wcms_337941.pdf
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